Tramo Once

Es el Balcon des del que me asomo para dar fe de mis memorias cofrades

domingo, 25 de marzo de 2012

Una noche de Febrero

Como casi siempre los homenajes no llegan en su debido momento, pero el que escribe, más que para recordar,  lo hace esta noche de Febrero, ahora, por necesidad .

Necesidad de mostrar mi gran admiración y cariño hacia una mujer. Una mujer que supo vivir hasta los últimos momentos de sus 95 años. Una mujer que se aferraba a la vida en su ultimo adiós, como lo hiciera cada día con la más envidiable de las energías que pueda tener un ser humano.

Mujer hecha a sí misma, adelantada a su tiempo, con una personalidad arrolladora, con un carácter duro, quizás marcado por la dureza de su época. Tierna y cariñosa con sus niñas y sus niños. Presumida y coqueta, trabajadora, honrada, divertida y familiar, muy familiar .

Mujer que fue esposa. Mujer que era madre, suegra, abuela y vecina. Una mujer que siempre fue la piedra angular de una familia que se ha mantenido unida hasta el final de sus días. Una mujer que en su vida crió y saco adelante a sus tres hijas, que crió a más de un nieto  y una mujer que ha marcado la vida de muchos de los que hoy estamos aquí. Afortunada por disfrutar  tres generaciones de los suyos . Lo sabía y creo que por eso vivía con tanta intensidad cada uno de esos momentos que nos regalo.

 A todos y a cada uno de nosotros nos ayudo de una manera u otra. Cada uno de los días que yo pude estar a su lado nunca me pasó desapercibida .Te planchaba una camisa antes de que se lo pidieras, te hacia de comer en cualquier momento, te esperaba despierta por la noche hasta la hora que llegases, te cogía las razones de tus amigos o amigas según le calleran, te preguntaba con quien ibas o salías y siempre estaba para lo que te faltase .

Esta mujer o mejor señora, SEÑORA con mayúsculas, es mi abuela,  mi abuela Pilar, por si alguien tenia dudas. Y  hoy, hoy Tengo la sensación de que en los últimos días de su vida, le hubiera gustado compartir conmigo alguna que otra charla más, pero por mi forma de ser o por circunstancias personales, se quedó solo en dos o tres encuentros, en un espacio de tiempo donde habrían cabido algunos mas. Hoy quiero charlar contigo y por eso necesito escribirte  y si cabe pedirte  disculpas.

Por eso y por mucho más hoy no puedo callar, y quiero que todos sepáis quien fue, es y será , mi abuela Pilar, un referente de cariño, sacrificio y humildad para toda mi vida.

Por siempre en mi corazón que en gloria estés abuela.        




En Memoria a Pilar Coronado

25 de Febrero 2012
     



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