En "Proverbios y cantares" el hermano de Manuel Machado dedicó a Ortega y Gasset esta soleá de tres versos
"El ojo que vesno es ojo
porque túlo veas;
es ojo porque te ve."
He recordado esos tres versos muchas veces tres en estos días del gozo, mirando asa los ojos de ese nazareno de negro, de cola y esparto, que en una parada de la cofradía baja su cera y se queda junto a donde estás viéndola pasar, y sin decirte nada, te mira fijamente, como queriendo decirte algo.

Hoy quiero creer saber o creo querer saber lo que nos dicen los ojos del nazareno, a la luz de los tres versos de Machado. Los ojos del nazareno existen porque nos ven a nosotros. Creemos que los nazarenos de estas silentes cofradías no ven, no oyen. Viendo la cofradía, hablamos inconveniencias y secretos en su presencia. Como los señores de las casas grandes con los criados que les sirven la mesa, creemos que los nazarenos no nos oyen, no nos ven, no saben quiénes somos. Al cabo del tiempo, alguien nos dice:-- Vaya tela ver cómo estabais Paco y tú poniendo a Manolo , de arriba a bajo , mientras veíais mi cofradía... -- ¿Y tú cómo lo sabes? -- Porque yo era la tercera pareja del quinto tramo de Cristo y en un parón me llevé un buen rato a vuestro lado... Los ojos del nazareno van pasando revista a Sevilla. Van contando ausencias. Los ojos del nazareno nos miran tan fijamente porque se alegran de vernos donde todos los años donde siempre cuando pasa su cofradía. Los ojos del nazareno son como las miradas de la plaza de los toros, cuando luego te dicen:-- Ayer no estabas en tu sitio... ¿Fuiste a otra localidad o es que te pasaba algo? Los ojos del nazareno son notarios de la vida y de la muerte.
Los ojos del nazareno, este año, ay, echarán de menos a aquel abuelo que siempre estaba con sus nietos viendo la cofradía en esta misma esquina donde a él le llevaban sus padres cuando chico. Los ojos del nazareno, ay, echarán en falta aquella exacta saeta de Pepe Peregil al pasar por delante de aquel mismo balcón de todos los años... Los ojos del nazareno son ojos porque nos ven y contemplan cómo el tiempo teje y desteje el manto silencioso de la ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario